Amo a Lisbeth Salander. Por ello me congratulo de que hoy se estrene en todo el mundo la versión cinematográfica de Los hombres que no amaban a las mujeres, el best seller del finado escritor Stieg Larsson. Lisbeth es el logro del libro, un personaje oscuro, outsider, gótico, turbador. Sólo he conocido en mi ciudad un caso similar, una chica a la que encuentras por la calle con gabardina negra de cuero, pelo rojizo-amarillento, mochila con forma de ataúd a la espalda, mirada fija al frente y desafiante, una princesa ciberpunk. Lisbeth ha sido para mí el equivalente de esta anónima y sugerente fémina.
Para la versión cinematográfica, se ha escogido a la actriz Noomi Rapace, desconocida a priori. Por las fotos que he podido ver, el personaje resulta atractivo, pero, es una versión fiel de Salander? Creo que no. Lisbeth es un rostro enormemente atractivo, unido a un cuerpo delgado, lindando con la anorexia, sin redondeces. Noomi me parce más hecha, menos adolescente. Supongo que habrá razones comerciales para presentar al personaje de la mejor forma posible, pero algo se queda en el intento. De todas formas, hasta que no vea la peli no podré juzgar. De momento, en este duelo, Lisbeth vence a Noomi, así que Srta. Rapace, sorpréndeme.
1 comentario:
En mi ciudad existe una chica con esas características y, aunque puedo llegar a entender lo que dices, la buena de Salander es una mujer pequeña que no tiene (aparentemente) ni media hostia, mientras que la vampira del ataud en la espalda y botas militares fisicamente infunde bastante más respeto.
Comparten sus desordenes psiquiatricos y su guato por el sexo femenino, pero me temo que por lo demás va a ser que no... Personalmente creo amigo Spars que es en "Crepúsculo" donde debes encuadrar a tu musa o, si se me permite, en el personaje de Sting en Quadrophenia que durante la semana era un simple botones `para transformarse durante el finde en el puto amo.
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